Muchas amas de casa se muestran escépticas sobre el proceso de preparación de masa de levadura y prefieren comprar un producto ya preparado.
Tienen sus propias razones para esto, la principal de las cuales es que no siempre sale masa de levadura.
En tales casos, es común pensar que se violó la tecnología de cocción o se cometió un error en la receta.
Sin embargo, la mayoría de las veces el culpable es la levadura de mala calidad.
Un producto que se distingue por su calidad, en primer lugar, debe ser fresco y tener un agradable olor a alcohol.
Si has guardado la levadura durante mucho tiempo y dudas que sea apta para hornear, haz una breve prueba.
Esto es fácil de hacer: prepare una pequeña cantidad de masa, que debe espolvorearse con harina encima y llevarse a un lugar cálido.
Después de 30 minutos, evalúe el proceso en curso. Si durante este tiempo no han aparecido grietas en la superficie, es hora de desechar la levadura, ya que no es apta para hacer una buena masa.