La cuestión de si vale la pena pelar los champiñones antes de comerlos sigue abierta.
Los cocineros que se oponen a esta acción citan un argumento de peso: si pones los champiñones bajo el agua corriente, seguramente ganarán humedad.
Realmente no se puede discutir esto, pero dejar los champiñones sucios también es una opción.
Por lo tanto, tiene sentido utilizar un método que no requiera agua en absoluto.
En su lugar, coloque los champiñones en un recipiente y agregue 4-5 cucharadas de harina de trigo normal.
Cierra el recipiente con tapa y agita suavemente para que la harina cubra todos los champiñones.
Después de esto, limpia la harina con una servilleta de papel; con ella también eliminarás la suciedad adherida a los champiñones.
Incluso si queda algo de harina en los champiñones, no importa al freír, y en otros casos este producto no dolerá en absoluto.