Tradicionalmente, las sopas, el borscht o la sopa de repollo son el primer plato del almuerzo y, para algunos, la cena.
La presencia de sopas en la dieta humana es buena para la salud; ayudan a regular el funcionamiento del sistema digestivo y del tracto gastrointestinal.
Cómo hacer una deliciosa sopa
La tecnología para preparar sopas varía. Pero una regla importante sigue siendo el equilibrio entre la cantidad de líquido y poso.
Para preparar una sopa sabrosa y saludable se añaden los ingredientes teniendo en cuenta su tiempo de cocción.
Incluso necesitas salar la sopa correctamente. Se añade sal al final de la cocción, unos 10 minutos antes, para que los productos puedan absorber el ingrediente mineral.
Durante el proceso de cocción, la sopa debe hervir moderadamente; si el fuego es demasiado alto, resultará una papilla turbia.
Y un punto importante: después de cocinar, la sopa se debe infundir para que los ingredientes de la sopa se distribuyan uniformemente y la sopa adquiera una consistencia aterciopelada.
Antes de servir, la sopa generalmente se vierte en una sopera, se cubre con una tapa y se deja reposar durante 10 a 15 minutos. Esto preservará el aroma de las especias y hierbas, enriqueciendo aún más el plato.
Hay sopas que se benefician de reposar un poco más: la sopa de repollo diaria.