No todas las amas de casa pueden determinar fácilmente el grado de frescura del pescado.
Pero los días previos y posteriores a las vacaciones son los momentos más peligrosos, cuando los comerciantes descuidados intentan introducir productos obsoletos.
Para evitar ser víctima de engaño, inspeccione cuidadosamente el cadáver, prestando atención a los siguientes puntos.
1. Las branquias del pez deben tener un color de rojo brillante a rosa claro (hay excepciones con branquias de color rojo oscuro).
2. El pescado fresco, por extraño que parezca, no huele a pescado.
En cambio, desprende un sutil olor a mar o un aroma específico característico de su especie. En cualquier caso, debes negarte a comprar si el olor te parece repulsivo.
3. Pruebe la frescura sin salir de la vitrina. Para hacer esto, presione el marco con el dedo y observe cómo desaparecen las abolladuras resultantes.
El pescado fresco y de alta calidad se reconoce por su elasticidad: en este caso no quedan abolladuras y se sujeta bien al lomo.