Muchas personas consideran tradicionalmente que el vino tinto es menos peligroso en términos de riesgo de cáncer.
Argumentan que esta bebida contiene antioxidantes.
Hace no mucho tiempo, científicos estadounidenses descubrieron si realmente existe una diferencia entre el color blanco y el rojo en lo que respecta al desarrollo del cáncer.
Los investigadores analizaron más de 40 artículos científicos publicados antes de diciembre de 2023.
En ellos estudiaron más de 95.000 casos de cáncer entre más de 2,8 millones de pacientes.
Los científicos no han encontrado ningún vínculo significativo entre el consumo de vino y el riesgo de desarrollar cáncer.
En este sentido, el rojo y el blanco son prácticamente indistinguibles: el riesgo relativo para el primero es de 0,98 y para el segundo, de uno.
El análisis se limitó entonces a estudios de cohortes (selección de grupos de personas en función de alguna característica común).
Y aquí se descubrió que el vino blanco tiene un riesgo ligeramente mayor de desarrollar cáncer (1,12), mientras que no se encontró tal conexión para el vino tinto.
También resultó que beber vino blanco aumentaba el riesgo de cáncer en las mujeres.
También observaron que al consumir vino blanco, el riesgo de desarrollar cáncer de piel aumenta con mayor frecuencia: 1,22 frente a 1,02 para el vino tinto.
Basándose en los resultados de este estudio, los científicos han refutado la idea de que el vino tinto es más “saludable”.
Sin embargo, se afirmó que las tendencias encontradas en relación con el vino blanco deberían estudiarse más de cerca.
