Seguro que a mucha gente le gusta darse un capricho con una taza de té caliente.
No sólo por la mañana, sino también en las frías noches de invierno, porque una bebida caliente también crea una atmósfera espiritual de bienestar.
Pero no te dejes llevar por el té caliente.
Los médicos advierten: el hábito de beber constantemente bebidas demasiado calientes tiene un impacto negativo en la salud.
Según ellos, existe riesgo de dañar las mucosas.
La lengua, la laringe, el esófago y la parte superior del estómago pueden verse afectados principalmente.
Y si se lesionan con regularidad, se producirá una inflamación crónica, señalan los expertos.
Además, beber constantemente bebidas excesivamente calientes conlleva la transformación de células benignas en malignas.
La probabilidad de "adquirir" enfermedades graves también aumenta significativamente.
Los nutricionistas dicen que no es necesario renunciar al té o al café, pero conviene controlar la temperatura de la bebida.
La temperatura óptima es de 60 a 70 grados.
Se insta a los ciudadanos a no beber té o café inmediatamente después de su preparación.
Deja que la bebida se enfríe un poco, así evitarás quemaduras en las mucosas.