Si de repente descubres que una de las uñas de tus pies se ha puesto negra y te duele, lo más probable es que te la hayas lastimado.
Debido al hecho de que los vasos sanguíneos ubicados debajo de la placa están dañados, se produce un hematoma negro, azul oscuro o rojo.
Como resultado de una lesión traumática en la uña, puede comenzar a desprenderse en las esquinas y después de unos días se caerá.

Por supuesto, en tal situación, debe buscar ayuda médica: en primer lugar, el médico recortará correctamente la uña dañada y, en segundo lugar, recomendará un tratamiento para la recuperación posterior.
Si encuentra un oscurecimiento de la uña, pero no surge ninguna sensación dolorosa incluso cuando la presiona, revise sus zapatos y calcetines: tal vez la placa simplemente se haya manchado.
¿Haciendo una pedicura? Asegúrese de que el motivo del ennegrecimiento de la uña no radique en su ejecución incorrecta.
Sin embargo, existen razones mucho más serias por las que las uñas de los pies cambian de color.
Si además de este síntoma notas que empiezas a sentirte mal y débil, te cansas más rápido y tienes la boca seca a menudo, es hora de revisar tu cuerpo.
Estos signos suelen acompañar a la diabetes, problemas renales o enfermedades cardíacas y vasculares.
Si solo una de cada diez uñas se vuelve negra, asegúrese de descartar la posibilidad de que se forme un tumor benigno; a veces puede aparecer en su base.
Crece una red de vasos sanguíneos, la placa se oscurece y puede caerse, y el tumor crece y comienza a interferir con la marcha.
La solución al problema será una sencilla operación, pero tu médico te dará más información al respecto.