Muchas niñas y hombres se ven obligados a usar no la ropa que les gusta, sino aquella en la que las manchas de sudor no sean tan notorias.
Si sufre un problema similar, apúrate para familiarizarte con su sencilla solución.
Usa el antitranspirante correctamente
Es costumbre (por alguna razón) aplicarse antitranspirante por la mañana, después de salir de la ducha, y esto es completamente incorrecto.
Un minuto de teoría: para evitar que el sudor salga a la superficie, este producto necesita penetrar y anclarse en los poros.
Si se aplica antitranspirante después de la ducha y luego sale con una chaqueta abrigada, el sudor comienza a salir y elimina el antitranspirante de los poros.
Por la noche, siempre que la temperatura en el dormitorio te resulte cómoda, no sudarás. Como resultado, el producto tendrá tiempo de afianzarse en los poros y no será arrastrado por los chorros de la ducha matutina.
Elija productos de acción prolongada
A la hora de adquirir un antitranspirante, da preferencia a aquellos que mantengan la piel seca durante mucho tiempo.
De acuerdo con las instrucciones, se deben aplicar sobre la piel limpia y seca (recuerde, esto debe hacerse antes de acostarse) durante tres días, para luego olvidarse de las molestias durante varias semanas.
Es cierto que algunas de estas composiciones tienen un inconveniente importante: a veces irritan la piel y provocan picazón.