Los tomates tienen muchos "fanáticos": las personas que los aman están dispuestas a comer tomates todos los días en cualquier cantidad, enteros o como complemento de otros platos, por ejemplo, tortillas o ensaladas.
Si no hay consecuencias desagradables después de tomar este producto, usted mismo puede determinar cuántos tomates puede comer por día.
Sin embargo, la mayoría de los nutricionistas están convencidos de que no se deben comer más de 2 o 3 frutas al día para no sufrir los mismos efectos secundarios.
Estos incluyen acidez de estómago, hinchazón, aumento de la formación de gases y dolor abdominal. Ocurren debido a los ácidos que componen los tomates. Por un exceso de este último pueden producirse problemas digestivos.
Todos estos signos pueden servir como señal de que tienes intolerancia a estas verduras o alergia a ellas.
Una reacción alérgica también puede ir acompañada de hormigueo en la lengua, sarpullido y otros signos característicos de una alergia.
En cualquier caso, el malestar experimentado es motivo para negarse a comer tomates frescos, aunque sean su producto favorito.
Las personas que padecen problemas de vejiga también deben evitar el consumo frecuente de tomates. Esto se debe a la alta acidez de la verdura, que puede irritar las paredes de la vejiga, provocando una fuerte necesidad repentina de orinar, dolor y pérdida de orina.
Si tienes migrañas, piénsatelo dos veces antes de incluir el tomate en tu dieta debido a que esta verdura es un alimento desencadenante de las crisis.
En resumen: los científicos no tienen una respuesta específica a la pregunta de cuántos tomates se pueden y se deben comer al día.
El sentido común, así como tu propio bienestar, deben guiarte en este difícil proceso.