A primera vista, las cremas de día y de noche se diferencian sólo en la inscripción en el envase.
De hecho, estos productos están lejos de ser los mismos y es posible lograr beneficios tangibles al usar cosméticos para el cuidado de la piel si los usa de acuerdo con las reglas.
Crema de noche y de día: la diferencia
Para comprender qué características únicas tiene este o aquel tipo de crema, vale la pena reflexionar sobre la diferencia entre las horas del día oscuras y claras.
La respuesta es obvia: de día y de noche existen diferentes grados de iluminación e intensidad de radiación ultravioleta, diferentes grados de actividad de la propia persona.
Junto con el ciclo diario, también cambian las necesidades de la piel.
Durante el día, tu piel necesita una intensa protección UV y una mayor hidratación, mientras que cuando se pone el sol, necesita nutrición.
Lo anterior provoca diferencias en las composiciones y texturas de cada tipo de crema.
Así, un producto de cuidado con la etiqueta “día” es ligero y más líquido, con un alto nivel de protección SPF, mientras que una crema de noche es más espesa y rica, sin SPF.
Esta es la razón por la que el uso inadecuado de los productos para el cuidado de la piel los hace incómodos de usar e ineficaces.