Puede que esto parezca extraño, pero los resfriados en verano son bastante comunes.
Debido al calor exterior y una actitud descuidada hacia tu salud, puedes enfermarte, por lo que definitivamente debes familiarizarte con las reglas que minimizarán el riesgo de resfriado.
Monitorear la temperatura
Si pasas de una habitación caliente a una habitación fresca o viceversa, expones tu cuerpo al estrés y, por tanto, aumentas la probabilidad de infección. Por este motivo, evite la exposición prolongada a zonas extremadamente frías y use ropa adecuada a menos que sea absolutamente necesario.
Monitorear la humedad
Su tarea es mantener un nivel normal de humedad en la habitación, ya que en condiciones de baja humedad relativa (menos del 40%), las bacterias en la nasofaringe se multiplican mejor y más rápido, por lo que puede "familiarizarse" con el dolor de garganta. y amigdalitis.
Duerme lo suficiente
Si no quiere enfermarse, siga un horario de sueño saludable. Debido a la falta de descanso, la inmunidad disminuye y, en consecuencia, aumenta el riesgo de resfriarse. Evite el exceso de trabajo y duerma de 7 a 8 horas al día.
comer bien
La dieta debe contener vitaminas y minerales (especialmente vitamina C). En climas cálidos, la mejor opción serían los platos ligeros elaborados con verduras y frutas, así como alimentos ricos en proteínas: carne, pescado y lácteos.
Evite beber bebidas heladas, ya que esto podría provocar hipotermia.
Centrarse en la prevención
Cuide su propia salud y asegúrese de consultar a un médico si no se siente bien.