Los carteles que se transmiten de generación en generación dicen: las mujeres embarazadas no deben sentarse con las piernas cruzadas.
Si se infringe la prohibición, el niño nacerá con pie zambo, estaban seguros nuestros antepasados.
¿Qué dice la ciencia al respecto?
Puede parecer sorprendente, pero ni una sola postura de una mujer embarazada puede causar daño ni a ella ni a su hijo.
Cuando decimos “ninguno”, significa que sentarse con las piernas cruzadas también es inofensivo para la futura madre y su bebé.
El único inconveniente de esta posición es el riesgo de hinchazón del tobillo o calambres en las piernas.
Así que si notas que tienes los tobillos hinchados o te duelen las piernas, intenta cambiar de posición.
En lugar de sentarse con las piernas cruzadas, coloque ambos pies en el suelo o siéntese en una silla.
Anteriormente te contamos por qué deberías comer aguacates .