El callo o, según la terminología médica, la hiperqueratosis, se forma con mayor frecuencia como resultado de la fricción mecánica.
Te invitamos a hablar sobre los diferentes tipos de callos en la zona del pie.
Callos secos
Un callo seco es un ligero engrosamiento de la capa superior de la epidermis, que suele tener un tinte rosado o amarillento.
Estas formaciones ocurren con mayor frecuencia en la planta o el costado del pie, el talón y el dedo gordo, ya que estas áreas soportan la carga principal al caminar. Un callo seco no suele ser doloroso, pero puede resultar incómodo al presionarlo.
Callos centrales
El callo, a su vez, es una pequeña zona de crecimiento de células del estrato córneo de la epidermis con un borde liso y forma redondeada.
Se diferencia de otras formaciones en que tiene una varilla que se adentra profundamente en el tejido. Estos callos suelen aparecer entre los dedos y a los lados de los dedos, excluyendo el dedo gordo.
Al presionar el núcleo del callo, se siente un dolor agudo cuando las terminaciones nerviosas se comprimen entre el hueso y el núcleo denso del callo.
Callos suaves
Un callo blando es una formación dolorosa que surge de un callo seco debido al aumento de la humedad (por ejemplo, debido al sudor). Aparece como una masa blanquecina llena de líquido y suele encontrarse entre los dedos.
Estos callos son peligrosos porque, debido al entorno favorable, existe una alta probabilidad de que se produzca una infección bacteriana o fúngica secundaria.
A pesar de que hemos tratado de enumerar todos los signos principales de los callos, todavía se confunden con otras formaciones, por lo que no debe automedicarse; consulte a un médico para obtener ayuda.
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