El helado es el regalo perfecto en una calurosa tarde de verano.
El postre se enfría y satura. Pero hay que tener en cuenta que a menudo es imposible comer una delicia así.
Las personas mayores deben tener cuidado con este dulzor.
La gastroenteróloga Antonina Masharova habla de esto con más detalle, informa Izvestia .
Señaló que los alimentos fríos son menos digeribles, lo que significa que aumentan la carga sobre el sistema digestivo. Esto amenaza con empeorar las patologías. Por lo tanto, si una persona tiene más de 60 años y tiene problemas con el tracto gastrointestinal, se debe abandonar el helado.
Además, el postre contiene muchas grasas saturadas, lo que provoca la aparición de placas en los vasos sanguíneos, de ahí problemas con el funcionamiento del corazón.
El helado contiene mucha azúcar y carbohidratos rápidos.
Esto no sólo afecta negativamente a la figura y la inmunidad, sino también a las capacidades cognitivas de los jubilados.