Los lunares rojos, también conocidos como angiomas, son acumulaciones inofensivas de capilares en la piel.
Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y tener forma plana o convexa.
Los angiomas no causan dolor ni picazón.
Aunque los médicos no pueden determinar la causa exacta de su aparición, se sabe que ciertos factores pueden contribuir a su aparición.
La oncóloga de categoría 1 del centro médico HappyDerm, Lyudmila Artyushkevich, identifica varios factores.
- Exposición excesiva al sol.
- Cambios hormonales en la mujer como embarazo, parto y menopausia.
- Enfermedades crónicas del tracto gastrointestinal y del hígado.
- Enfermedades del sistema cardiovascular.
- Cambios en el cuerpo relacionados con la edad.
- Microtraumatismos y daños en la piel.
- Enfermedades de la tiroides.
Los angiomas no representan una amenaza para la salud humana y los casos de degeneración en cáncer son extremadamente raros.
Sin embargo, si los angiomas crecen rápidamente, pican, se dañan o sangran y se ulceran, debe consultar a un médico.
Al examinar los angiomas, el médico determina su seguridad y la necesidad de extirparlos.
Si los lunares rojos (angiomas) no se encuentran en áreas abiertas del cuerpo y no representan una amenaza para la salud, entonces no es necesario eliminarlos.
Si los angiomas causan inflamación aguda o crónica de la piel, crecen rápidamente o se ulceran, entonces esta es una indicación de extirpación.
Además, los angiomas se pueden extirpar por motivos estéticos.
El método de tratamiento preferido es la destrucción con láser, que garantiza la indolora y la seguridad para el paciente, y también se caracteriza por un bajo traumatismo.
Los angiomas pueden ser un signo de problemas de salud graves, por lo que es importante “escuchar” a su cuerpo.
Es necesario contactar no sólo con un dermatólogo/oncólogo, sino también con un terapeuta para evaluar su salud general.