Muchos conductores no visitan una gasolinera hasta que funciona el sensor de nivel de combustible.
Estos automovilistas confían en que en este caso habrá suficiente combustible para llegar a la estación.
¿Es correcta esta estrategia? ¡Por supuesto que no!
Es mejor repostar a tiempo. No se debe conducir un coche con el depósito casi vacío. Después de todo, existe el riesgo de sufrir las siguientes consecuencias:
Contaminación del motor
Conducir un coche con el depósito de combustible casi vacío conlleva un grave deterioro del estado del motor.
El caso es que la bomba de combustible empieza a aspirar suciedad.
Problemas con la bomba de combustible.
Si hay escasez de combustible, puede ocurrir sobrecalentamiento y avería de esta unidad.
Problemas con el filtro de combustible.
Una gran cantidad de suciedad en este elemento puede provocar graves problemas a la hora de suministrar combustible.
Aire en el sistema de combustible.
Si entra aire allí, puede provocar un mal funcionamiento de los inyectores de combustible.
Condensar
Es posible que comience a aparecer condensación en un tanque de gasolina casi vacío.
Este último ingresará al sistema de combustible. Como resultado, comenzarán procesos de corrosión y se harán sentir otras dificultades.