Los récords mundiales los establecieron no solo personas vanidosas que, en aras de la fama, estaban dispuestas a comer vidrio o un trozo de hierro, triturándolo hasta convertirlo en polvo.
Hasta ahora, los logros olvidados de los verdaderos maestros del deporte, que los contemporáneos nunca lograron superar, están acumulando polvo en los archivos de la historia.
Un ejemplo sería el registro de Georg Hackenschmidt, ambientado en el siglo pasado.
Se trata de un luchador, levantador de pesas, escritor y filósofo ruso, campeón de Europa en 1898 y medallista del campeonato mundial de halterofilia.
Es posible que los hombres fuertes modernos, que tiran de automóviles, locomotoras diésel y aviones, estén dispuestos a probar suerte en esta difícil tarea.
Sin embargo, con el tiempo, el récord establecido por el deportista quedó en el olvido.
Georg Hackenschmidt fue reconocido como el primer campeón mundial de lucha libre de peso pesado.
En 1899, extendió ambos brazos hacia los lados en posición horizontal, sosteniendo pesas que pesaban 32 kilogramos en cada uno.
El levantador de pesas ruso repitió este ejercicio 5 veces seguidas.