Rosalie Bradford logró entrar dos veces en el Libro Guinness de los Récords.
Al principio, la estadounidense aparecía en el directorio como la mujer más gorda del mundo.
Y luego logró recibir el título de la representante más delgada del sexo justo.
Las cifras son sorprendentes: el peso máximo de Bradford fue de 544 kilogramos y logró perder... ¡416 kilogramos!
Rosalie nació en el verano de 1943. Enfrentó una obesidad severa cuando era niña.
Bradford, de 14 años, pesaba 92 kilogramos. Y a los 15 años, la niña empezó a pesar 140 kilogramos.
A principios de 1987, el peso de la mujer alcanzó un récord de 544 kilogramos. El IMC en ese momento era 193,6, siendo la norma 18,5-25.
Entonces el estadounidense se dio cuenta de que era necesario resolver el problema. Y la mujer realmente logró recuperarse y mostrar una tremenda fuerza de voluntad.
Comenzó a seguir la dieta sugerida por los expertos y a realizar los ejercicios que podía realizar.
En el transcurso de un año, Bradford perdió 190 kilogramos. Y al final, la estadounidense perdió 416 kilogramos y empezó a pesar 128 kilogramos.
Habiendo logrado este increíble resultado, la mujer dejó de seguir la dieta. Como resultado, ganó casi 70 kilogramos en 2 años.
Luego, Bradford volvió a cambiar a una nutrición adecuada. Como resultado, empezó a pesar 90 kilogramos.
El poseedor del récord murió en el otoño de 2006. La mujer tenía en ese momento 63 años. La causa de la muerte fueron problemas que surgieron después de la cirugía para eliminar el exceso de piel.
Anteriormente contábamos cuántos años llevaba sin lavarse el “hombre más sucio del mundo”.