Son varias las alarmas que avisan de que el especialista en psicología al que has acudido carece de titulación.
Sólo los especialistas con formación médica superior y un certificado válido tienen derecho a realizar un diagnóstico y prescribir medicamentos. Los psiquiatras y neurólogos, no los psicólogos, pueden diagnosticar los trastornos mentales.
Un buen psicólogo nunca tratará tus problemas como nimiedades por las que no merece la pena preocuparse. Durante la sesión, el cliente debe sentir que su interlocutor le comprende y acepta plenamente, para poder abrirse plenamente al especialista y trabajar en su petición.
Si un psicólogo le oculta sus documentos educativos, es motivo para desconfiar, así como la negativa a explicarle cómo trabaja y qué métodos utiliza. Además, tiene derecho a saber si el especialista ha recibido supervisión y terapia personal.
Durante la sesión no deben aparecer frases como: “¿Cómo fue posible?”, “¿En qué estabas pensando?” o "Deberías darte vergüenza". Un psicólogo con la cualificación suficiente se esfuerza por evitar juicios de valor y, especialmente, reproches o condenas, ya que ello es poco ético y puede perjudicar gravemente al cliente.