¿Preocupado antes de un examen, una reunión importante o hablar en público?
¿O estás en alguna otra situación estresante?
¡No se apresure a tomar sedantes!
Primero, haz un truco simple. Se trata de intentar engañar a tu cerebro simulando un ambiente tranquilo.
Si tienes miedo de algo o estás muy preocupado por algo, simplemente empieza a masticar algo.
Probablemente hayas notado que en situaciones estresantes tu apetito disminuye.
Se puede engañar al cerebro creando “condiciones de calma”.
Si empiezas a comer algo, el sistema nervioso central “decidirá” que estás a salvo.
Es probable que su frecuencia cardíaca y presión arterial vuelvan a la normalidad, o al menos comiencen a acercarse a niveles normales.
El resultado deseado se logrará con bastante rapidez. La excitación desaparecerá, la persona se calmará y serenará.
Lo más interesante es que no es necesario comer nada. Puedes limitarte a usar chicle.