Mucho se ha dicho a favor de los optimistas. Se alegran por cualquier pequeña cosa y siguen estando alegres, aunque les saquen la cartera del bolsillo en el tranvía.
Sin embargo, no se trata sólo de actitudes psicológicas o de contar con regalos del destino para quienes siempre son positivos. Los científicos tienen la respuesta.
La respuesta a la pregunta de por qué el optimismo es bueno la dio el personal del Hospital Mount Sinai Morningside de Nueva York.
En total, en los estudios realizados por los científicos participaron más de 220 mil personas.
Los científicos han descubierto que el optimismo y su forma de pensar opuesta tienen un impacto en la salud física.
Según los estudios, los optimistas tienen un corazón, vasos sanguíneos, pulmones, metabolismo sanos y tampoco tienen problemas con el sistema inmunológico.
Se ha comprobado que el pensamiento positivo reduce en un 35% el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y vasculares.
Los autores del estudio afirman que los optimistas muestran autocuidado, y esto se expresa de la siguiente manera:
Además, la mayoría de los centenarios son optimistas. Se ha demostrado que los optimistas viven entre un 11 y un 15% más y tienen muchas más posibilidades de vivir 85 años o más.
Para los pesimistas todo es mucho peor. y esto se debe a los altos niveles de las hormonas cortisol y norepinefrina (hormonas del estrés).
Esto conduce al desarrollo de depresión, que a su vez se asocia con enfermedades cardíacas.