La procrastinación es una enfermedad discreta que afecta la reputación de una persona. Obligarse a hacer algo puede ser tan difícil que no se puede describir con palabras.
¿Qué podemos decir cuando necesitas hacer algo que no quieres hacer? Al cerebro se le ocurrirán mil excusas para no hacer nada más.
Esta es la forma más sencilla de obligarte a empezar a moverte y hacer algo que no te interese, al menos por un corto período de tiempo.
A medida que tu obstinado cerebro comienza a ceder, puedes aumentar los intervalos de tiempo, incluso si eso significa sentarte con un cronómetro en las manos.
Si necesitas hacer algo que no quieres hacer, simplemente repítete que lo harás durante 10 minutos.
Asegúrate de recompensarte después de 10 minutos de arduo trabajo con un descanso y luego, según las circunstancias.
La sabiduría popular dice que lo más difícil es el comienzo. Pero una vez que empiezas, resulta que no todo es tan complicado, aterrador y no contradice en absoluto la naturaleza humana.
Si no pudo ponerse manos a la obra inmediatamente, intente continuar, alimentando su cerebro con descansos y aumentando los intervalos de actividad.
Es importante recordar que la procrastinación no es sólo el hábito de posponer cosas importantes para más tarde. Poco a poco, en el contexto de la enfermedad, se desarrolla la insatisfacción con la vida.
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