A muchas personas les resulta muy difícil vivir porque no saben cómo elogiarse a sí mismas.
Pero es importante aprender a notar sus propios éxitos.
Ni siquiera los logros más insignificantes y mundanos deben ignorarse.
Una persona que aprende a elogiarse por cada “pequeña cosa” probablemente será feliz.
El hecho es que comenzará a prestar atención a los muchos momentos positivos de la vida y dejará de tomarse en serio los fracasos.
Será mucho menos probable que una persona así pronuncie las frases: "¿Por qué tengo tanta mala suerte?", "Soy un perdedor", "No puedo hacer nada", "Soy peor que los demás".
Entonces, ¿cuáles son exactamente las cosas por las que debes elogiarte todos los días?
La gente rara vez se elogia a sí misma por limpiar el apartamento, lavar los platos y lavar la ropa.
Pero sin hacer estas cosas, la casa sería completamente incómoda.
También cabe destacar los siguientes logros diarios: "me obligué a levantarme por la mañana", "completé el trabajo que había estado posponiendo durante mucho tiempo", "completé todas las tareas a tiempo".
No ignores todos estos puntos. Después de todo, para lograr cada objetivo era necesario mostrar fuerza de voluntad.
Cada persona recibe constantemente nueva información. Y en ocasiones adquiere habilidades importantes.
Presta atención a estos logros. Imagínese cómo sería su vida sin estos conocimientos y habilidades.
La gente suele recordar conversaciones fallidas.
“No debí haberme quejado con él entonces…”, “debí haber hablado con más calma…”, “debí haber hablado con más confianza…”, “debí haberle dicho así… "
Deja de reproducir estas conversaciones en tu cabeza. Es mejor prestar atención a las conversaciones realizadas correctamente: "Esta frase fue útil", "Fui convincente", "Encontré las palabras adecuadas".
Anteriormente, explicamos por qué a veces es necesario rechazar a las personas.