Los pensamientos obsesivos pueden ser evidencia de un mayor nivel general de ansiedad, que también debe controlarse.
Sin embargo, primero puedes superar este síntoma desagradable.
Los pensamientos ansiosos pueden dificultar mucho la vida y debilitar el sistema nervioso.
En primer lugar, es necesario adquirir el útil hábito de llevar siempre consigo al menos una pequeña libreta para tenerla siempre a mano.
Durante el día es necesario registrar cada pensamiento desagradable. Sólo necesitas escribirlo.
Al final del día, revíselos.
En una columna puedes volver a escribir el pensamiento perturbador y en la segunda evaluar si tenía fundamento. Si los motivos de preocupación son objetivos, entonces vale la pena pensar en cómo comportarse para que no aparezca el estrés.
Si no hubiera razones objetivas, simplemente entenderás cómo a veces tienden a exagerar.
Los expertos señalan que este método parece extremadamente simple, pero no subestimes su efectividad: después de unos pocos días de práctica regular, notarás resultados significativos.