En el camino hacia la consecución de una meta, una persona se enfrenta a muchos obstáculos en forma de baja motivación, pereza, incapacidad para planificar y circunstancias inesperadas.
Anna Justal, psicóloga, autora del libro sobre autodesarrollo “Felicidad inevitable”, contó cómo perseverar y llegar al final: estrategias para lograr la meta.
Antes de establecer una meta, debe resolverla y comprender si estos son realmente sus verdaderos deseos.
A menudo, detrás de la sed de riqueza material puede haber dudas sobre uno mismo, falta de amor por el mundo e incluso disgusto por uno mismo. Si buscas resultados a partir de un déficit de estos sentimientos, es posible que obtengas lo que deseas, pero eso no te hará feliz.
Un entrenador profesional o un psicólogo pueden ayudarlo a determinar la verdad de sus metas y deseos.
Puedes hacerlo tú mismo, pero tendrás que mirar profundamente dentro de ti y hacerte muchas preguntas importantes: "¿Qué cambiará en mi vida cuando logre este objetivo?", "¿Qué emociones experimentaré al lograr el objetivo?". ¿Mi objetivo?”, “¿Es este exactamente mi objetivo?”, y no lo impone mi entorno o la sociedad en su conjunto. etc.
Una vez que decidas si realmente lo necesitas, es importante formular correctamente el objetivo. Ya en este paso, muchos cometen errores al utilizar conceptos extremadamente vagos.
Incorrecto: “El año que viene quiero mejorar mi salud”. Correcto: "Quiero perder peso hasta 60 kg, normalizar mi presión arterial, curar mis dientes". A continuación, debe establecer plazos claros sobre cuándo se debe cumplir el objetivo. Por ejemplo: “El peso deseado debe alcanzarse antes del 1 de mayo”.
También es importante fijarse objetivos realistas. Si actualmente pesa 120 kg, es poco probable que pueda perder el doble de peso en 4-5 meses. Esto afectará su salud y su psique y destruirá una mayor motivación si no lo logra.
Una vez que haya formulado su objetivo, divídalo en tareas específicas. Por ejemplo, programe una cita con un terapeuta, programe una cita con un dentista, comience a ir a un gimnasio y establezca una nutrición adecuada. Establece fechas específicas.
Piensa inmediatamente en cómo trabajarás con las “objeciones”, con los obstáculos que surgen en el camino y que te desmotivarán.
Por ejemplo, pídale a su familia que no compre dulces; en lugar de clases grupales, elija un entrenador individual que supervise su visita al gimnasio.
Asegúrese de registrar incluso los más mínimos resultados positivos. Y recompénsate con algo por ello. Por ejemplo, nos arreglamos todos los dientes y compramos un lápiz labial hermoso. Perdimos 5 kg y fuimos al teatro con un vestido precioso.