En el mundo moderno, existen muchos aparatos y dispositivos que nos ayudan a desarrollar y mejorar nuestra calidad de vida.
Uno de estos dispositivos es la cuerda de neurosalto, que cada año se vuelve más popular entre los niños (y algunos adultos no son reacios a saltar sobre una pierna).
Te invitamos a conocer más detalles sobre el uso de la cuerda de neurosalto, así como a descubrir quiénes pueden beneficiarse de ella y quiénes deben abstenerse de utilizarla.
Comencemos con las ventajas obvias. Usar una cuerda para saltar neurológicamente es bueno para el cerebro, ya que mejora su saturación de oxígeno, lo que puede ser útil para la fatiga.
Además, un niño que usa una cuerda para saltar neurológicamente se mueve activamente y pasa tiempo de manera productiva, en lugar de jugar con el teléfono.
Los ejercicios de neurosalto de cuerda ayudan a desarrollar la destreza y la coordinación de movimientos. A medida que las tareas se vuelven más complejas, puedes trabajar en la regulación de los movimientos, lo que ayudará al niño a aprender a controlar sus acciones.
Debido a que en el trabajo intervienen diferentes piernas, se coordina el trabajo de los hemisferios derecho e izquierdo.
¿A quién no le gustaría este simulador? Por supuesto, lo primero que hay que tener en cuenta es el estado de salud del niño. Además, los expertos recomiendan no utilizarlo en caso de problemas evidentes de aprendizaje, por ejemplo, si a un niño le diagnostican dislexia. Un neuropsicólogo te ayudará a saber si estos ejercicios son adecuados para tu hijo o hija.
Si resulta que la cuerda para saltar neuro es "adecuada" para su uso, asegúrese de que el niño cambie de pierna y gire la cuerda en diferentes direcciones.
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