A muchos niños les encanta dormir. Y realmente no les gusta levantarse con el despertador.
Por la mañana, estos niños no quieren levantarse de la cama por mucho tiempo, ignorando las demandas de sus padres. En tal situación, existe un alto riesgo de que el niño vuelva a quedarse dormido.
Es bueno si no necesitas apresurarte a ningún lado. ¿Qué pasa si el niño tiene que ir a la escuela o al jardín de infancia?
Hay un truco sencillo que hará que tu hijo se levante de la cama.
No regañe a su hijo, no le recuerde que se prepare para ir a la escuela y no lo amenace con las consecuencias de llegar tarde.
Es mejor decirle lo siguiente a tu bebé somnoliento: “Haz solo una cosa: lávate los dientes. Y luego podrás volver a la cama”.
Se le puede pedir al niño que realice alguna otra acción. Por ejemplo, desayunar o preparar la mochila.
Lo principal es darle permiso al bebé para volver a la cama "más tarde". Lo más interesante es que el niño finalmente despierto probablemente ya no querrá hacer esto.
Es recomendable utilizar este truco al final de las vacaciones, cuando el alumno necesita empezar a recuperar sus patrones de sueño.
Sin embargo, lo más probable es que el enfoque sea eficaz incluso si el niño necesita ir a la escuela o al jardín de infancia.
Hay un punto importante: si, no obstante, el niño vuelve a la cama y se vuelve a dormir después de la acción realizada (cepillarse los dientes, desayunar, etc.), entonces el bebé duerme muy poco. Probablemente se acueste tarde. Esto debe arreglarse.