El cumplimiento de los principios de una nutrición adecuada es importante para mantener y promover la salud. Desafortunadamente, no todos los niños entienden esto.
A muchos niños y niñas les gustan las patatas fritas, los dulces y las bebidas carbonatadas. Pero no se esfuerzan por incluir verduras y cereales en su dieta.
Los niños pueden explicar su decisión diciendo que el brócoli, las coles de Bruselas y el apio no son los alimentos más deliciosos.
¿Cómo enseñarle a tu hijo a comer sano? Bajo ningún concepto debes obligar a tu bebé a comer algo que no quiere.
Pero puedes hacer trampa. Hay un truco psicológico interesante que le permite lograr el resultado deseado sin presión ni persuasión.
Debe poner en su plato alimentos saludables que su hijo considere insípidos. No debes ofrecerle este alimento a tu bebé todavía.
Es bueno que el niño vea este producto por primera vez. En este caso, probablemente se preguntará: “¿Puedo intentarlo yo también?”
Los padres deberían responder: "No, esto es comida para adultos".
Después de tal declaración, el niño interesado probablemente comenzará a persuadir a mamá y papá para que compartan el brócoli o el apio.
Al principio hay que negarse. Y luego “haz una concesión”: “Está bien, puedes, pero sólo un poco”.
Incluso si al niño no le gusta el sabor de la verdura, con el tiempo la probará. Y quizás le guste este tipo de comida.