En pequeñas cantidades, el azúcar puede incluso ser beneficioso para un niño, ya que favorece la actividad mental y se convierte en una fuente de energía.
Sin embargo, en casos raros, un niño ingiere la cantidad permitida de azúcar durante el día: en la inmensa mayoría de los casos, el niño consume muchos más dulces de los necesarios.
Como resultado, los niños aumentan de peso y desarrollan problemas de salud.
Simplemente eliminar los dulces de la dieta no funcionará: cualquier niño hará un berrinche.
Pocas personas saben que incluso una pequeña lata de refresco dulce o jugo comprado en la tienda es una fuente de grandes cantidades de azúcar.
Si simplemente te deshaces de estas bebidas, podrás mejorar significativamente la salud de la dieta de tu hijo.
Incluso para preparar una tarta casera aparentemente saludable utilizamos una gran cantidad de azúcar, lo que es extremadamente peligroso para un niño.
No es necesario hablar de los peligros de los dulces comprados en las tiendas: todo el mundo lo sabe.
Los expertos señalan que la forma más sencilla y saludable de obtener dulces sin dañar la salud es comer bayas y frutas.
Por eso, asegúrate de tener siempre en casa productos de esta categoría.