Primero, comprendamos que agresión y agresividad son conceptos diferentes.
La agresión es un comportamiento destructivo intencional destinado a causar daño o perjuicio a otro individuo.
La psicóloga Evgenia Zarubina explicó cómo frenar la agresión de un niño.
Pero conlleva una acción situacional/única. La agresividad es ya un rasgo estable de la personalidad, una forma de expresarse que se ha vuelto habitual.
La agresión no es un rasgo natural del carácter; no nacemos con ella. Al principio, el niño tiene una disposición positiva hacia el nuevo mundo.
No en vano, cuando una madre se inclina sobre la cuna del bebé, él le sonríe. La primera manifestación emocional es una sonrisa.
Las condiciones previas para la agresión y el comportamiento agresivo las crea el entorno en el que crece y se cría el niño. A partir de aquí podemos destacar la primera regla. Comienza contigo mismo.
Es necesario controlar su comportamiento y sus emociones en presencia de un pequeño miembro de la sociedad. Los niños absorben todo como esponjas.
¿Recuerdas la película Meet the Fockers, donde la primera palabra del Mini-Jack que no hablaba fue una mala afirmación, que repitió después del personaje principal?
Piense en una forma adecuada para que su hijo exprese la agresión. Por ejemplo, "Bolsa de gritos". Una forma eficaz de reprimir la ira y la agresión.
Cose o compra un bolso donde tu hijo pueda gritar sus emociones negativas. Después de que su bebé sienta alivio, sacuda la bolsa por la ventana.
Otra buena forma es la arteterapia. Anime a su hijo a expresar sus sentimientos en papel.
Al principio, el niño elegirá colores oscuros y presionará con mucha fuerza el lápiz, mientras se relaja, intentará convertir el dibujo en algo bueno (por ejemplo, hacer una cigüeña de origami, al final soltar esta cigüeña por la ventana).
Pero no olvides limpiar lo que ensucias y no contaminar el medio ambiente. La literatura ofrece una variedad de juegos para responder a las emociones negativas y aliviar la agresión, por ejemplo, "La torre inclinada" (N. Kryazheva), "Release of Anger" (K. Rudestam).
Si el niño está muy enojado y le resulta imposible relajarse, es necesario mostrarle cómo deshacerse adecuadamente de la negatividad.
Por ejemplo, tener una pelea de almohadas, golpear una almohada, tener una caja de sombras. También te será útil encontrar una actividad para tu hijo o una sección de deportes donde gastará sus energías.
Entonces, la formación de agresión en los niños está significativamente influenciada por las relaciones intrafamiliares y los métodos de educación.
Los niños son nuestro reflejo, como una prueba de fuego, y sólo de nosotros depende de qué color se pintará.