7 cosas no comestibles que comían todos los niños soviéticos

05.03.2023 04:30

La Unión Soviética fue un período de enormes cambios económicos y sociales que afectaron la vida de todo el pueblo soviético.

A pesar de muchas restricciones, la gente ha encontrado formas de sobrevivir en condiciones de escasez de alimentos.

Esto llevó a que muchos niños de la URSS comieran no sólo platos tradicionales, sino también cosas que pueden parecer no aptas para el consumo.

En este artículo veremos qué comían los niños soviéticos.

1. El pan duro era un alimento básico en la URSS, pero no siempre era fácil conseguir pan fresco. Muchos niños comían pan duro remojado en leche o agua para ablandarlo.

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Foto: © Belnovosti

2. Carne enlatada. Muchos niños soviéticos comían carne enlatada, que era más barata que la carne fresca. Sin embargo, estos alimentos enlatados a menudo contenían poca carne y en su lugar utilizaban restos de carne y grasa.

3. Conservas de pescado. Al igual que la carne enlatada, el pescado enlatado era más barato que el pescado fresco. Sin embargo, a menudo contenían espinas y piel de pescado, lo que los hacía menos atractivos para los niños.

4. Huesos en gelatina. El plato era muy común en la URSS como alternativa a los productos cárnicos más caros. Se preparaba a partir de huesos, tendones y otros desechos animales, que se hervían junto con verduras y especias. Aunque este plato pueda parecer extraño para algunos, contiene colágeno y otros nutrientes que pueden tener beneficios para la salud.

5.Masa cruda. Los niños soviéticos a veces comían masa cruda que sobraba después de preparar pan u otros platos. Aunque esto puede ser peligroso debido al contenido de harina cruda y huevo, muchas personas lo han hecho por falta de otros alimentos.

6.Residuos de confitería. Muchas empresas de confitería tiraban los residuos después de preparar dulces como galletas y pasteles. Sin embargo, algunas personas utilizaron estos restos para preparar nuevos platos, como migas de pastel o rellenos de pasteles.

7. Hoja de fresa. La hoja de fresa era un ingrediente popular para preparar té en la URSS. Tiene muchas propiedades beneficiosas y puede utilizarse como alternativa al té o al café.

Aunque algunos de estos productos puedan parecer no aptos para el consumo, fueron comunes en la URSS durante muchos años.

La limitada disponibilidad de alimentos y la indisponibilidad de ciertos productos llevaron a la gente a utilizar todo lo que estaba a su disposición.

Muchos de estos alimentos pueden ser saludables e incluso deliciosos si se preparan correctamente. También nos recuerdan lo difícil que era sobrevivir en aquellos tiempos y lo importante que era poder adaptarse a las condiciones.

La generación actual tiene acceso a una amplia variedad de productos y, a menudo, lo da por sentado.

Sin embargo, al recordar lo que comían y bebían nuestros antepasados, podemos aprender a apreciar lo que tenemos y comprender que las cosas que parecen no comestibles o inusuales pueden tener sus propios beneficios y usarse para diferentes propósitos.

Además, algunos de estos productos se han convertido en objeto de investigación científica en la medicina y la nutrición modernas. Por ejemplo, el caldo de huesos, que alguna vez se consideró simplemente un sustituto deficiente de la carne, ahora se reconoce como beneficioso para la salud de los huesos, las articulaciones y la digestión. La hoja de fresa utilizada para preparar té contiene muchos antioxidantes beneficiosos y puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico.

Por lo tanto, incluso las cosas no comestibles que comían todos los niños soviéticos pueden tener sus propios beneficios y usarse para diferentes propósitos. Nos recuerdan que en el pasado las personas se veían obligadas a utilizar todo lo que tenían a su disposición y seguir estando sanas y fuertes. Es importante recordar esto y apreciar lo que tenemos hoy y aplicar estas lecciones a nuestra vida diaria.

Autor: Igor Zur editor de recursos de internet