Las gachas de avena son una excelente fuente de fibra, carbohidratos, vitaminas y microelementos.
Por este motivo, muchos dueños de perros los incluyen en la dieta de su mascota. Sin embargo, no todos son capaces de hacer que los animales estén activos y sanos; algunos, por el contrario, dañan la condición del perro.
Este plato prácticamente no es absorbido por el cuerpo y, en algunos casos, provoca obstrucción intestinal, exacerbación de enfermedades gastrointestinales crónicas y alergias.
La cebada perlada contiene muchas proteínas y fibra; los perros suelen tener una reacción alérgica después de comerla. Este cereal también es poco digerible y puede provocar diarrea.
El mijo es difícil de digerir para los perros. Ha habido casos en los que la papilla de mijo provocó vólvulos estomacales en las mascotas. Esta es la razón por la que debes negarte a incluir mijo en el menú de tu perro.
El estómago de un perro no puede digerir las legumbres. Una vez en el cuerpo, provocan una intensa formación de gases y estreñimiento.
La papilla más inútil de todas es porque contiene muchos hidratos de carbono y pocos nutrientes. Pero se puede administrar a cachorros y animales con enfermedades del estómago.