Son pocos los dueños de perros que pueden resistirse a invitar a su mascota a disfrutar de un sabroso bocado de su mesa durante el almuerzo.
¿Cómo puedes actuar de otra manera si te miran unos ojos enormes que parecen estar a punto de llenarse de lágrimas, se escucha un chillido apenas audible y tu cola se mueve de un lado a otro a una velocidad vertiginosa?
Pero aún necesitas entrenar la resistencia: tanto la tuya como la de tu mascota. A continuación descubrirás por qué.
Puede que le resulte más fácil hacer esto una vez que sepa que los alimentos destinados a humanos son demasiado nutritivos para los perros y que consumirlos en exceso puede provocar problemas de salud.
Por ejemplo, una mascota de 17 kg sólo necesita unas 1.151 calorías al día, que es aproximadamente la mitad de la cantidad que necesita un ser humano.
Por ejemplo: 100 gramos de la popular salchicha Doktorskaya contienen aproximadamente 257 calorías.
Un trozo, como suele decirse, es suficiente para un diente, pero al mismo tiempo contiene hasta el 22% del requerimiento diario de un perro de tamaño mediano.
Además, muchos alimentos que los humanos consumen habitualmente son perjudiciales para los perros.
Un ejemplo sorprendente de esto es la masa de levadura, que provoca hinchazón. Junto a él se encuentran los productos lácteos, cuyo consumo puede provocar diarrea en el animal.
Tampoco se recomienda dar a los perros patatas fritas, galletas saladas y galletas saladas, ya que el alto contenido en sal puede provocar vómitos, diarrea, fiebre o incluso convulsiones.
Para prevenir problemas de salud, es mejor utilizar comida para perros especializada que contenga todos los nutrientes, vitaminas y oligoelementos necesarios.