Los dueños de gatos están convencidos de que sus mascotas pueden considerarse verdaderos antidepresivos de cuatro patas.
Y, para ser honesto, tienen todas las razones para pensarlo: los gatos realmente ayudan a sobrellevar la ansiedad y mejorar el bienestar mental. Así es como funciona
Cuando acaricias a tu gato, el nivel de cortisol (la hormona del estrés) en tu cuerpo disminuye. Otra observación interesante: el ronroneo tiene un efecto calmante sobre el sistema nervioso.
La comunicación con los gatos conduce a la producción activa de serotonina. Además, si alguna vez jugaste con Murka, probablemente notaste una sonrisa en tu rostro, que a veces incluso se convertía en una risa sonora.
El calor que emana del cuerpo de un gato, posado a los pies de una persona, relaja los músculos y la respiración medida de un animal dormido, calma.
El amor que un gato brinda a su dueño es siempre incondicional. Además, tener una mascota en casa puede reducir la abrumadora sensación de soledad.
Como sabes, un gato necesita ser alimentado según un horario. Esta rutina, a su vez, crea una rutina deseable para algunos, y la responsabilidad que sentimos por el animal le da sentido a nuestra vida.
Volvamos a pasar tiempo jugando con tu gato: esta es una excelente manera de aumentar su movilidad, y cuidar a tu mascota no es más que una actividad física ligera.