Los gatos no aman la leche y los productos lácteos tanto como dicen en los cuentos de hadas. Esto se considera la norma en el mundo humano.
Con la edad, los gatos pierden el interés por la leche, así como la capacidad de digerir la lactosa y la caseína. ¿Pero significa esto que a un gato adulto no se le debe dar leche?
Los gatos son mamíferos y alimentan a sus crías con su propia leche nutritiva durante las primeras semanas de vida. Pero con la edad, los gatos pierden la capacidad de digerir la lactosa, que se encuentra en la leche, dice Bruce Konreich, veterinario, cardiólogo y profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell.
El proceso que hace que un gato deje de digerir los productos lácteos es natural y evolutivo.
Se debe a la necesidad de cambiar a alimentos sólidos. Por eso la mayoría de los gatos desarrollan intolerancia a la lactosa, advierte su veterinario.
Además de la lactosa, la proteína caseína puede añadir problemas. Pero los científicos aún no saben qué tan sensibles son los animales a esta proteína.
Si un gato bebe y pide leche, no tiene nada de malo. Una pequeña cantidad no causará daño.
Sin embargo, no debe introducirse en la dieta de su mascota de forma continua.
Debido al azúcar de la leche, un gato puede desarrollar flatulencias, diarrea y otras molestias.
Los problemas digestivos pueden provocar deshidratación y reducir los niveles de electrolitos en la sangre.
Y si después de beber leche la diarrea de tu gato no desaparece durante varios días, debes llevarlo al veterinario.