Las frutas y bayas no sólo son posibles, sino que deben incluirse en la dieta del perro porque contienen vitaminas, minerales y fibra.
Importante: todos los animales son diferentes, por lo que es posible que algunos de ellos tengan una intolerancia individual a un producto en particular. Para evitar consecuencias desagradables, conviene empezar a familiarizarse con el “nuevo producto” desde una pequeña pieza.
Por cierto, las manzanas rara vez resultan alérgenos y puedes hacerlas aún más saludables triturándolas junto con zanahorias.
Las peras son otra fruta que se incluye en la lista de alimentos hipoalergénicos. Si quieres que tu mascota obtenga el máximo beneficio, elige las frutas más maduras.
Pero aquí hay que tener cuidado, porque las fresas, aunque contienen C, K, B1, potasio y magnesio, pueden provocar una reacción alérgica.
Vale la pena darles frambuesas a los perros, aunque sólo sea porque los nutrientes de estas bayas favorecen la agudeza visual y también aumentan la capacidad del cuerpo del animal para resistir diversas infecciones.
A la hora de incluir esta baya rayada de gran tamaño en la dieta de tu perro, recuerda su efecto diurético. Y, por supuesto, no trates a tu mascota con cáscaras de sandía.