A muchos de nosotros nos encantan los productos lácteos y algunos incluso los consideran una fuente importante de nutrición. Pero ¿qué pasa con los perros? ¿Se les pueden dar productos lácteos?
Veamos este tema con más detalle.
La leche y el yogur pueden ser seguros para los perros, pero no se exceda. Muchos perros sufren de intolerancia a la lactosa, lo que puede provocar diarrea y otros problemas de salud. Si su perro bebe leche o come yogur, asegúrese de controlar su estado y los signos de intolerancia.
Los quesos pueden ser peligrosos para los perros, especialmente si contienen altas cantidades de grasa y sal. Algunos quesos también pueden contener ingredientes tóxicos para los perros, como la cebolla o el ajo. Si decides darle queso a tu perro, asegúrate de elegir quesos bajos en grasa y otros ingredientes.
La mantequilla y la nata contienen grandes cantidades de grasa, lo que puede provocar problemas estomacales e incluso obesidad en los perros. Si quieres añadir algo de grasa a la dieta de tu perro, lo mejor es utilizar aceite vegetal o de oliva.
A muchos perros les encanta el helado, pero puede ser peligroso para su salud. El helado contiene altas cantidades de azúcar y grasas, lo que puede provocar problemas estomacales. Si quieres complacer a tu perro con una golosina, lo mejor es utilizar golosinas especiales para perros.
El kéfir y el requesón pueden ser seguros y saludables para los perros, pero sólo si no contienen aditivos ni conservantes. Preste atención a las marcas que elaboran productos naturales sin aditivos.