La cuestión del ahorro de agua adquiere cada vez mayor importancia, especialmente en verano, cuando aumenta el consumo.
Muchos jardineros piensan en reutilizar el agua, por ejemplo después de lavarse o bañarse, para regar las plantas.
¿Pero es seguro para nuestras mascotas verdes? Vamos a averiguarlo.
El agua jabonosa es agua que contiene residuos de jabón o detergente.
Se forma después de procesos domésticos como lavar la ropa, lavar los platos o bañarse.
La composición del agua jabonosa puede variar dependiendo de los productos utilizados y su concentración.
Usar agua jabonosa para regar las plantas puede conllevar ciertos riesgos:
Reacción alcalina: El jabón tiene una reacción alcalina, que puede cambiar el pH del suelo, haciéndolo menos adecuado para algunas plantas.
Acumulación de productos químicos: Los productos de limpieza modernos contienen fosfatos, sulfatos y otros productos químicos que pueden acumularse en el suelo y afectar negativamente el crecimiento de las plantas.
Daño a las raíces: Altas concentraciones de jabón pueden quemar las raíces, provocando que las plantas se marchiten y mueran.
Existe la creencia de que el agua jabonosa puede ayudar a controlar ciertas plagas como pulgones o ácaros.
Sin embargo, la eficacia de este método no ha sido probada por investigaciones científicas y su uso debe considerarse con cautela.
Si decide utilizar agua jabonosa para regar siga estas recomendaciones:
Utilice jabón natural: se debe dar preferencia al jabón de ropa o de bebé sin aditivos ni fragancias.
Diluir con agua: antes de regar, diluya el agua jabonosa con agua limpia en una proporción de al menos 1:3 para reducir la concentración de álcali.
Verifique el pH del suelo: mida la acidez de su suelo regularmente para evitar que se vuelva alcalino.
Evite regar cultivos comestibles: Evite utilizar agua jabonosa para regar verduras, frutas y hierbas para evitar la acumulación de sustancias nocivas en los productos alimenticios.
Muchos agrónomos y jardineros coinciden en que no se recomienda utilizar agua jabonosa para regar las plantas.
Los riesgos asociados con el cambio de pH del suelo y la acumulación de sustancias químicas superan los posibles beneficios.
Es mejor utilizar agua limpia o fertilizantes orgánicos especiales para el cuidado del jardín y la huerta.