El ajo es un producto saludable que se utiliza en la mayoría de platos.
Las cabezas de ajo no solo tienen un olor y sabor brillantes, sino también muchas propiedades beneficiosas.
Por lo tanto, el almacenamiento es una de las etapas importantes que ayudarán al ajo a conservar sus cualidades únicas y valiosas para el cuerpo durante el mayor tiempo posible.
En primer lugar, debes decidir dónde guardar las cabezas. Para ello, lo ideal es una zona de almacenamiento fresca y oscura, alejada de la luz solar directa y de la humedad.
Abandona la idea de guardar ajo en el frigorífico de tu cocina. Allí germinará rápidamente y perderá sus propiedades.
Envíe solo ajo seco y entero para su almacenamiento. Coloque los dientes en un recipiente con tapa hermética o en un plato de plástico, cubriéndolo con papel de aluminio.
Para aquellos que no son ajenos a los experimentos, los siguientes consejos son adecuados:
Ahora sabes muchas cosas útiles sobre cómo almacenar ajo. Siga las recomendaciones y su ajo siempre estará fresco y sabroso.