A principios de verano (como en cualquier otro período), el ajo necesita nutrientes y protección contra las plagas.
En la primera quincena de junio, jardineros experimentados realizan un procedimiento sencillo que les permite lograr resultados increíbles.
En primer lugar, el rendimiento de los cultivos hortícolas aumenta notablemente.
En segundo lugar, el sabor de la verdura picante mejora: el aroma se vuelve mucho más brillante.
¿Qué hay que hacer para aumentar el volumen y mejorar la calidad de la cosecha?
En los primeros días de verano conviene regar los ajos de forma no estándar. Por lo tanto, el riego regular debe alternarse con el riego "salado".
En el segundo caso, estamos hablando de añadir sal de mesa al líquido.
Pero es importante no exagerar con el aditivo: por un balde de agua, no más de dos cucharadas de cloruro de sodio.
Inmediatamente después de regar el cultivo del jardín con un pequeño volumen de agua salada, se debe regar con líquido limpio.
Los residentes de verano experimentados aseguran: el agua salada protege el ajo de insectos y microorganismos peligrosos y también hace que la verdura sea más sabrosa.