La kombucha se puede utilizar no sólo para preparar una bebida refrescante, sino también como un eficaz bioestimulador del crecimiento y la formación de raíces.
Como afirma Anastasia Kovrizhnykh , experta en la publicación online Belnovosti, agrónoma y paisajista, esta bebida contiene fitohormonas, vitaminas y aminoácidos.
Todos ellos tienen un efecto beneficioso sobre el metabolismo celular de las plantas.
Es gracias a esta cualidad que una fertilización a base de kombucha puede activar el crecimiento y desarrollo tanto de la parte subterránea del cultivo como de su masa vegetativa.
Además, tras añadir la composición de nutrientes, se puede mejorar la situación microbiológica observada en el suelo.
Así, el procesamiento de la materia orgánica que ha entrado en el suelo y, en consecuencia, la absorción de sustancias minerales por las raíces de la planta será mucho más completa.
Para preparar ese mismo estimulante con tus propias manos necesitarás 1 vaso de infusión de kombucha preparada para consumir como bebida.
Vierta la bebida en 1,5 litros de agua y puede utilizarse tanto para alimentación radicular como foliar. Importante: el agua primero debe reposar durante 4 días.