Los residuos de alimentos no tienen por qué ir directamente a la basura. Algunos de ellos pueden resultar útiles: se pueden utilizar como fertilizante para las plantas de los parterres.
Y las cortezas de pan no son una excepción.
En general, cualquier desperdicio de comida se puede reciclar y convertir en abono. Para evitar procesos de putrefacción y la liberación de sustancias nocivas, es necesario cubrirlos con paja, turba o partes superiores de las plantas; si el suelo es ácido, se puede agregar superfosfato y tiza;
La adición de superfosfato favorece una descomposición más rápida de la materia orgánica. Y se necesitan pequeñas dosis (gramos), que se añaden a las capas profundas de abono, donde los pájaros no pueden llegar, y no son peligrosas para las lombrices.
El pan rallado es útil para algo más que abono. Es fácil preparar un fertilizante universal con pan que atraerá a muchas plantas.
Para preparar la infusión, vierta el pan duro en un recipiente de plástico, agregue agua tibia y cubra con una tapa con un peso encima.
Colocar el recipiente con la masa de pan en un lugar cálido (al sol) durante 14 días para que fermente.
La solución estará lista cuando la espuma desaparezca y el olor acre desaparezca. Diluimos la infusión con agua 1:1, el pan sobrante se puede poner en abono.
La solución preparada se utiliza para alimentación foliar o debajo de la raíz.