Los trastornos alimentarios son enfermedades mentales. Una persona diagnosticada con un trastorno alimentario está demasiado preocupada por la alimentación, el peso o la forma del cuerpo.
Este comportamiento suele tener graves consecuencias físicas, psicológicas y sociales (incluida la muerte).
Los trastornos alimentarios pueden ocurrir independientemente de la edad, pero ocurren con mayor frecuencia en adolescentes de entre 13 y 17 años.
Los signos dependen del tipo de trastorno (anorexia, bulimia, comer compulsivamente, etc.). Pero aún así, las señales generales pueden indicar la presencia de un problema.
Entonces, una pérdida o aumento repentino de peso indica que algo anda mal.
También se debe tener cuidado si se oculta la cantidad de alimentos consumidos, así como en una situación en la que una persona intenta consumir los alimentos lo más rápido posible o, por el contrario, evita las comidas habituales.
Una alarma son las visitas frecuentes al baño después de comer.
Otro signo de trastorno alimentario es la actividad física excesiva.
Finalmente, condiciones como el aislamiento, el aumento de la fatiga y la irritabilidad señalan un problema.