En el debate actual sobre qué pescado es más saludable, el de río o el de mar, muchos prefieren este último.
Pero lo que importa es dónde exactamente fue capturado el pez: en la naturaleza o en una granja.
Los nutricionistas dicen que los principales beneficios del pescado son las sustancias beneficiosas que contiene.
Estos incluyen vitaminas, proteínas y ácidos grasos poliinsaturados (omega-3 y omega-6).
Además, contiene calcio, yodo, zinc, selenio, hierro y fósforo: un indudable beneficio para las articulaciones, el cerebro y el cuerpo en general.
El pescado también retrasa el proceso de envejecimiento, reduce los niveles de colesterol y estimula las funciones reproductivas.
El pescado de mar es rico en ácidos grasos, pero el pescado de río contiene muchas proteínas y hierro.
Es importante saber: la congelación frecuente del pescado de mar (esto se hace, por ejemplo, para el transporte) afecta negativamente a sus propiedades nutricionales.
Los peces de río pueden sufrir la contaminación de ríos y lagos.
En cuanto a los peces de cultivo, a menudo se crían utilizando estimulantes de crecimiento, hormonas, antibióticos y colorantes.
Esto es lo que se hace, por ejemplo, con el esturión, muchas especies de salmón, la trucha, la carpa, etc.
Los nutricionistas recomiendan elegir pescado que haya sido “engordado” en condiciones naturales.
Entre estos, cabe destacar los siguientes habitantes acuáticos:
– Salmón del Lejano Oriente, famoso por sus grasas omega y otras sustancias beneficiosas;
- bacalao - se considera un pescado dietético, el hígado es especialmente valioso;
– abadejo – rico en proteínas y yodo;
– paparda, caballa, arenque – ricos en selenio y omega-3;
– platija, merluza, capelán, sardinas, etc.
Entre los peces de río se valoran la perca y el lucio.