La avena ha estado fuertemente asociada durante mucho tiempo con una nutrición adecuada.
Pero, a pesar de todas las propiedades beneficiosas que tiene este plato, también se considera insulso y monótono.
Afortunadamente, existen varias formas que no sólo aumentarán el valor nutricional, sino que también lo harán mucho más atractivo para el paladar.
Un edulcorante natural como la miel le dará a la papilla un agradable sabor dulce y también agregará microelementos beneficiosos y antioxidantes a su composición.
Para no someter la miel a un tratamiento térmico adicional, agréguela a la papilla ya preparada cuando se haya enfriado un poco.
La leche de coco le da a la avena un sabor exótico y una textura cremosa. Y dado que el producto tiene un dulzor natural, también puedes “ahorrar” en azúcar.
¿Quieres que tu plato huela aún más a coco? Intente espolvorear la papilla con hojuelas de coco y ponerle un trozo de aceite de coco.
Las nueces son una gran fuente de proteínas, grasas saludables y vitaminas, mientras que las frutas confitadas añaden dulzura natural y nutrientes añadidos.
Antes de añadir nueces y frutas confitadas a la papilla, se recomienda remojarlas en agua y luego secarlas.
Los plátanos son un complemento ideal para la avena, aportándole potasio, vitamina B6 y fibra dietética, entre otras cosas.
Los plátanos se pueden cortar en rodajas finas y colocar sobre papilla ya preparada, o triturarlos y mezclarlos con avena durante la cocción para obtener una consistencia más uniforme.