Mucha gente sabe que el calabacín es muy, muy bueno para la salud. Sin embargo, lamentablemente, no para todas las personas.
Toda la verdad sobre estos representantes de las calabazas la contó a la publicación online Belnovosti la valeóloga del Centro Regional de Higiene, Epidemiología y Salud Pública de Minsk, Yulia Klimchenko.
Empecemos por los puntos positivos. Por cierto, hay más. Bueno, por ejemplo, el hecho de que el calabacín contiene aproximadamente un 95% de agua y fibra dietética.
Estos últimos son tan tiernos que, por ejemplo, “el puré de esta verdura es un primer alimento ideal para los bebés”, afirma el experto.
Según ella, la fibra dietética del calabacín en el cuerpo humano:
– absorber y eliminar diversas sustancias nocivas;
– mejorar la motilidad intestinal, ayudando a normalizar la digestión;
– tener un efecto beneficioso sobre la microflora del tracto digestivo.
El calabacín es rico en vitamina C: 100 gramos de verduras contienen aproximadamente el 17% de la ingesta diaria recomendada.
El ácido ascórbico que contienen aumenta la resistencia del organismo a las infecciones.
También ayuda a que las células se recuperen más rápido, optimiza el metabolismo, ralentiza el envejecimiento, participa en la hematopoyesis y favorece la absorción de hierro.
Y el betacaroteno mantiene los ojos y la piel sanos y garantiza el funcionamiento normal del sistema inmunológico.
La verdura también contiene vitaminas B, E, K, PP, potasio, magnesio y cobre.
Los minerales mencionados aseguran el funcionamiento normal del corazón y del sistema nervioso, mantienen la presión arterial en el nivel requerido y previenen la aparición de enfermedades cardiovasculares.
El calabacín es especialmente popular entre quienes llevan un estilo de vida saludable y quieren perder peso, ya que 100 gramos del producto contienen solo 24-27 kilocalorías.
El valeólogo dice: el calabacín se puede comer crudo, frito, hervido, en escabeche, relleno, guisado y horneado.
Mucha gente hace mermelada o caviar de calabaza con ellos y los agrega a ensaladas, sopas y panqueques.
Sin embargo, hay una cosa. Se recomienda calabacín en grandes cantidades o incluso nada para las siguientes categorías de personas:
– con insuficiencia renal crónica y alteración de la excreción de potasio;
– aquellos que tienen niveles elevados de oxalatos en la orina (que pueden contribuir a la formación de cálculos renales);
– con intolerancia individual a este producto.