Muchas personas que se ponen a dieta se olvidan de la necesidad de limitarse no solo a la comida, sino también a determinados tipos de bebidas.
El hecho es que algunas bebidas pueden tener un alto contenido calórico.
Además, ciertos líquidos afectan negativamente el funcionamiento y el metabolismo del organismo.
Entonces, ¿qué bebidas debe evitar una persona que quiera perder peso?
Una persona que está perdiendo peso debe dejar el alcohol por completo por tres razones.
En primer lugar, muchas bebidas alcohólicas son fuentes de las llamadas “calorías vacías”.
En segundo lugar, el alcohol ralentiza el metabolismo: el proceso de pérdida de peso se ralentiza.
En tercer lugar, el consumo de bebidas alcohólicas provoca un aumento del apetito. A una persona le resulta más difícil comer y deshacerse del hambre.
Las bebidas dulces carbonatadas son muy ricas en calorías. Un problema grave es la abundancia de azúcar o edulcorantes.
Además, la limonada y la cola suelen estimular el apetito y pueden tener un efecto negativo en el estómago.
Estas bebidas se consideran saludables. Y, sin embargo, no son dietéticos.
Los jugos de frutas contienen mucha azúcar. Ésta es una razón para rechazar este tipo de bebidas durante una dieta.
Además, el consumo excesivo de zumos de frutas puede afectar negativamente al tracto gastrointestinal.
Anteriormente te contamos qué dulces puedes comer estando a dieta sin arriesgar tu figura.