Es necesario poder afrontar el estrés de forma respetuosa con el medio ambiente, ya que es casi imposible librarse de su presencia en la vida.
Durante la pérdida de peso, a la tensión nerviosa "habitual" se suma el estrés asociado a la falta de comida.
Sin embargo, es importante no dejar que esto te influya.
Para muchos, una respuesta natural al estrés es comer en exceso. Por tanto, la tensión nerviosa suele ser una de las causas del deterioro de la figura.
Por tanto, gestionar el estrés te permitirá mantener un déficit calórico.
El estrés puede provocar desequilibrios hormonales, que también pueden provocar que se coma en exceso. Por lo tanto, es extremadamente importante tomar el control de su sistema nervioso.
La mayoría de las veces se producen grelina y cortisol, dicen los expertos. En este caso, será mucho más difícil combatir la sensación de hambre.
El estrés es uno de los componentes que puede conducir al desarrollo de una depresión en toda regla. Y en un estado deprimido, es poco probable que desee cuidarse y mejorar su figura.