Todo el mundo, jóvenes y mayores, sabe qué son las pasas. Tanto los niños como los adultos adoran las uvas secas de color oscuro o claro. Las pasas son aptas para el consumo como plato independiente y como aditivo para papillas, ensaladas y kvas.
Sin embargo, las sutilezas de su selección y uso, así como sus propiedades beneficiosas, no se han estudiado ni comprendido completamente. Por tanto, las pasas están rodeadas de una cantidad considerable de mitos. Veamos algunos de ellos.
Mito uno: las pasas claras son mucho más saludables que las oscuras.
¿Es esto cierto? No precisamente. Las pasas claras a menudo se llaman pasas, mientras que las oscuras se llaman grosellas. Para la obtención de cada uno de ellos se utilizan distintas variedades de uva. En consecuencia, el contenido de nutrientes en cada tipo de pasas es diferente. Así, las pasas oscuras o corintias contienen más proteínas que las claras, pero las pasas contienen más flavonoides. Y su gusto también es diferente. Kishmish complementa perfectamente el sabor de las gachas, ensaladas de frutas y salsas para pescado y carne, y la canela sirve como aditivo para el kvas y los productos horneados.
El segundo mito es que las pasas pueden ser consumidas por todos y en cualquier cantidad.
No, eso no es cierto: como cualquier otro producto, las pasas tienen sus propios efectos secundarios y contraindicaciones. Las uvas pasas son ricas en fibra, cuya abundancia puede provocar molestias en el estómago e incluso provocar diarrea. Pero esta propiedad puede ayudar si usted o alguien cercano a usted está buscando un remedio natural y eficaz para el estreñimiento.
Mito número tres: incluso las personas diagnosticadas con diabetes pueden comer pasas.
Esta es en parte una afirmación cierta: las pasas se pueden comer con esta enfermedad. Pero, por supuesto, hay que saber cuándo parar: las pasas contienen bastante glucosa y fructosa, incluso más que las uvas frescas. Es aceptable comer unas cuantas pasas al día, pero no más.
El cuarto mito es que las pasas ayudan a aumentar la potencia y prolongar el tiempo de las relaciones sexuales en los hombres.
Pero esta es la pura verdad. Las pasas se consideran un afrodisíaco que mejora la potencia, y la glucosa y la fructosa estimulan la liberación de energía, lo que ayuda a "durar" más durante las relaciones sexuales. Por eso, un consejo para las damas: a la hora de preparar una cena romántica, añada unas pasas claras u oscuras a la salsa de carne o ensalada para excitar a su pareja y conseguir una continuación lógica de la velada.
Mito número cinco: para conciliar el sueño rápidamente y dormir profundamente, puede utilizar pasas como pastilla para dormir natural.
Y esta afirmación también es cierta. Las pasas son ricas en melatonina, una hormona encargada de regular los ciclos de sueño y vigilia. Ahora muchas personas toman pastillas de melatonina, pero el coste de los medicamentos es bastante elevado. Así podrás mejorar tu sueño y ahorrar dinero simplemente comiendo un puñado de pasas o pasas corintias por la noche.
El sexto mito, que puede considerarse cierto, es que las pasas, previamente remojadas en bebidas fuertes (ginebra o ron), pueden aliviar el dolor y la hinchazón en la artritis.
Pero no hay evidencia médica para esto. Lo más probable es que el dolor se reduzca gracias al componente alcohólico de estas pasas "borrachas". Por lo tanto, es mejor recurrir a ungüentos y tabletas de eficacia probada cuando la artritis empeora.
Y el último, séptimo mito, que sigue siendo cierto, es que es más saludable no comer pasas secas, sino las que se remojaron en agua limpia el día anterior.
Sí, esto es cierto: después de todo, para su conservación, los fabricantes de pasas las tratan con conservantes y el agua ayuda a eliminar estos conservantes de las pasas.
Además, después del remojo no solo obtendrás pasas más suaves y de sabor más agradable, sino también agua de pasas, que también contiene vitaminas y antioxidantes. Beberlo por la mañana es bueno para el funcionamiento intestinal normal y el tono de todo el cuerpo.