Todo el mundo quiere que la comida de su casa se mantenga sabrosa y fresca durante el mayor tiempo posible.
Para hacer esto, debes recordar reglas simples que muchas personas olvidan.
La primera es que no es necesario guardar todas las verduras y frutas en el frigorífico. Por ejemplo, es mejor conservar los tomates y los plátanos a temperatura ambiente.
Aquellas frutas que se pueden almacenar en los estantes del refrigerador deben colocarse primero en bolsas de papel que absorban el exceso de humedad. También puedes colocar toallitas secas junto a ellos para evitar que se pudran.
Además, al aceite de oliva o girasol sin abrir no le gustará el frío. Esto solo se espesará.
Es mejor guardar estos productos en armarios oscuros y secos.
Deben almacenarse lejos de aquellos productos que aún deben procesarse. No estará de más poner chuletas o pasta en un recipiente. Algunas golosinas se pueden congelar para prolongar su vida útil.
Debe inspeccionar sus suministros cada pocos días. Los alimentos en mal estado deben desecharse inmediatamente.
Mantenga la carne fresca refrigerada en el refrigerador por no más de cuatro días y, después de abrir el paquete, no más de un día.
Si desea prolongar su vida útil, es mejor guardarlo en el congelador.
Anteriormente te contamos cómo conservar correctamente el pan para que no se eche a perder durante mucho tiempo.